¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES NUTRIENTES PARA FERTILIZAR HORTALIZAS?

La fertilización en el cultivo de maíz constituye un componente esencial para maximizar el rendimiento agrícola y garantizar la calidad de los cultivos. En este contexto, la atención cuidadosa a los nutrientes se vuelve crucial para impulsar el crecimiento de las plantas y la producción.

El equilibrio adecuado de estos elementos a lo largo de las diversas etapas del ciclo de vida del maíz no solo promueve un desarrollo vigoroso, sino que también contribuye a la resistencia ante enfermedades y condiciones adversas.

  1. Hoja: se debe aplicar nitrógeno y potasio más que de fósforo.
  2. Inflorescencia: se debe fertilizar con fósforo en mayor relevancia.
  3. Raíz: requiere una fertilización más balanceada, que incluya los tres macronutrientes.
  4. Bulbo: requiere dosis moderadas de nutrientes y estos deben concentrarse en los primeros centímetros del suelo, debido al arraigamiento superficial de este tipo de plantas.

La tecnología de uso de fertilizantes en hortalizas debe centrarse principalmente en responder a las siguientes interrogantes:

  • ¿Qué nutrientes aplicar?
  • ¿Qué dosis aplicar?
  • Forma de aplicación.
  • ¿En qué momento o época de aplicar el fertilizante?
  • ¿Qué fuente de fertilizante aplicar?

Funciones

  • Interviene en la fotosíntesis y el crecimiento.
  • Conforma los sistemas de energía de la planta.
  • Forma parte de las proteínas.
  • Participa en la síntesis de la clorofila.

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES IMPORTANTES

 

Como todas las plantas cultivadas, las hortalizas requieren de 16 elementos nutritivos. Cuantitativamente, los tres más importantes son el carbono, hidrógeno y oxígeno, presentes en la estructura de la planta.

  • Carbono: alcanza al 45 % aproximadamente de la materia seca.
  • Hidrógeno y Oxígeno: alcanzan al 51%.
  • Los otros 13 nutrientes minerales aportan entre el 4 al 6% aproximadamente.

Sin embargo, a nivel de campo los más importantes y requeridos por la planta son nitrógeno, fósforo y potasio. No obstante, los elementos nutritivos se denominan esenciales porque su déficit impide que la planta complete satisfactoriamente su ciclo de vida.

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES INORGÁNICOS

Macronutrientes

  1. Nitrógeno: es un elemento esencial primario que forma parte de las estructuras proteicas de la planta y se considera un elemento estructural que estimula el crecimiento, especialmente de hojas y tallos.
  2. Fósforo: es un elemento primario esencial, determinante del crecimiento inicial de los tejidos vegetales, especialmente de las raíces. Su efecto es determinante en la fructificación de las plantas. Es absorbido desde la solución como monohidrogeno de fosfato o monohidrogeno de tetrafosfato según el pH del suelo, especialmente por contacto directo. Se requiere en cantidades muy inferiores al de nitrógeno.
  3. Potasio: presenta una gran movilidad en la planta, responsable de más de 48 funciones distintas, desde ser regulador del cierre estomático de las hojas en las células oclusivas, hasta el principal activador de la síntesis de carbohidratos y proteínas.
  4. Calcio: es un elemento estructural que forma parte de la pared celular, integrando los pectatos de calcio, en la !amina media. Una buena parte de este elemento se encuentra en la planta al interior de las vacuolas, donde precipita como oxalato de calcio. Un adecuado contenido de calcio inicial en las raíces determina un adecuado crecimiento y mejora la selectividad parcial de iones, en el proceso de absorción de nutrientes desde el suelo.
  5. Magnesio: forma parte integral de la molécula de clorofila y también ayuda en la utilización efectiva del fósforo por las plantas.
  6. Azufre: es un activador enzimático, interviene en el metabolismo del nitrógeno.

Micronutrientes

  1. Manganeso: es un activador enzimático que participa en la formación de la clorofila y en los fenómenos de oxidación. Además, juega un importante papel en el fenómeno foto sintético.
  2. Boro: es componente estructural de la pared celular, donde participa en la formación de los componentes de la pectina y esta involucrado en la regulación de la síntesis de carbohidratos, pero no es utilizado estructuralmente en algún sistema enzimático. Por último, favorece la germinación del polen y el crecimiento del tubo polínico en las flores, por lo tanto favorece la cuaja de frutos.
  3. Zinc: ayuda en la formación del Ácido Indo! Acético (hormona vegetal de tipo auxina, conocida como AIA), además es un activador enzimático que ayuda a mantener el metabolismo de la planta.
  4. Molibdeno: lo requieren para sintetizar y activar la enzima nitrato sintetaza.
  5. Hierro: contribuye a la formación de la clorofila aunque no forma parte de ella, participa en el proceso de la respiración y es un elemento catalizador de los sistemas de oxidación. Además, es un constituyente de los citocromos y de las hierro proteínas que están involucradas en la fotosíntesis, y es también un componente esencial de enzimas peroxidasas.
  6. Cobre: lo requieren en dosis muy bajas debido a que más allá de cierto límite su acción es tóxica.

SINTOMATOLOGÍA DE DEFICIENCIA EN HORTALIZAS

Nitrógeno: produce una clorosis o amarillez de las hojas, en caso de extrema deficiencia, las hojas basales se «amarillean» debido a la translocación del elemento hacia la parte superior debido a su gran movilidad en el interior de la planta.

Fósforo: produce plantas pequeñas de color violáceo por efecto de la acumulación de antocianinas debido a la detención del crecimiento celular.

Potasio: produce plantas con hojas bronceadas y luego desarrollan puntos necróticos dispersos, los tallos del cultivo son débiles y quebradizos cuando falta potasio en el suelo. Una deficiencia moderada produce frutos con bajo calibre.

Calcio: produce una inhibición del crecimiento de los brotes y del ápice de las raíces. La deficiencia generalmente inducida ocasiona amarillamiento intervenal de las hojas jóvenes, los puntos de crecimiento terminan necrosados y el fruto se vuelve negro alrededor de la cicatriz pistilar, produciendo pudrición apical, situación frecuente en tomate y pimiento.

Magnesio: produce una clorosis internerval de las hojas basales, debido a su translocación hacia las hojas superiores. Su deficiencia puede producirse en suelos arenosos.

Azufre: produce clorosis generalizada y es poco móvil en la planta pero es muy poco frecuente en suelos de la zona central y norte, por el abundante aporte de sulfato del agua de riego.

Manganeso: se manifiesta como una clorosis internerval en hojas viejas o jóvenes. En un principio las hojas se tornan pálidas, en una etapa posterior aparecen pequeñas manchas necróticas en las áreas pálidas, especialmente por las nervaduras centrales.

Boro: provoca  malformaciones en el fruto y también produce desintegración de los tejidos internos.

Zinc: produce hojas pequeñas y arrosetadas, con escasa longitud de los entrenudos. Los márgenes de las hojas muchas veces se presentan deformadas y arrugadas.

Molibdeno: Su carencia produce una clorosis internerval que aparece primero en las hojas más viejas y va progresando hacia las más jóvenes.

Hierro: marcada clorosis internerval parecida a la del magnesio pero en las hojas jóvenes.

Cobre: escaso crecimiento del vástago, los bordes de las hojas del medio y de las hojas jóvenes se rizan en tubos hacia las nervaduras centrales.

SINTOMATOLOGÍA DE EXCESO EN HORTALIZAS

  1. Nitrógeno: produce diversos efectos negativos sobre el desarrollo de las hortalizas, haciéndolas más susceptible a enfermedades como Botrytis, y presenta múltiples efectos que incluyen la disminución en la absorción de otros nutrientes principalmente de calcio, retraso en la madurez de los frutos hasta 8 a 10 días y disminución del crecimiento de raíces.
  2. Fósforo: su exceso en el suelo (poco frecuente en los suelos, dado que se fija al sustrato dependiendo del pH), puede inducir una deficiencia de zinc.
  3. Potasio: induce una deficiencia de magnesio y calcio. Además, incrementa la acidez de los frutos y en el caso del tomate incrementa la proporción de frutos coloreados heterogéneamente.
  4. Magnesio: puede producir toxicidad en la planta.

CONCLUSIÓN

Los macronutrientes y micronutrientes son elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo de las hortalizas. En tal sentido, tanto el déficit como el exceso de estos pueden tener efectos negativos en las plantas, manifestándose a través de síntomas visuales como clorosis, necrosis, debilitamiento de tallos y raíces, malformaciones en frutos y hojas, entre otros.

Si quieres saber más sobre las hortalizas, no te pierdas nuestro webinar  gratuito haciendo clic aquí.

Más información sobre Nutrición en los principales cultivos aquí 

 

Comparte el artículo si te gustó

Más contenido en nuestro facebook